EFEMÉRIDES | LA MÚSICA: UN LENGUAJE UNIVERSAL CON ALMA CORRENTINA

Cada 22 de noviembre, el mundo celebra el Día de la Música en honor a Santa Cecilia, la patrona de los músicos. Este arte, tan antiguo como la humanidad misma, ha acompañado el desarrollo de las civilizaciones, marcando hitos culturales y emocionando a generaciones enteras. Desde los cánticos tribales que evocaban la conexión con la naturaleza hasta las composiciones más complejas que deslumbran en teatros y escenarios, la música ha sido el lenguaje universal que trasciende fronteras, culturas y épocas.

La música en Corrientes tiene una raíz tan profunda como el Paraná que la abraza. Nuestra tierra ha dado vida a géneros musicales únicos, como el chamamé, un género nacido de la mezcla entre las influencias guaraníes, hispánicas y africanas. Este ritmo, que en sus inicios era ejecutado con guitarras y acordeones, se convirtió en un símbolo de identidad para los correntinos. El chamamé no es solo música; es poesía hecha sonido, que cuenta historias de amor, trabajo, paisajes y nostalgia, siempre impregnada de ese sentir melancólico y festivo que caracteriza al espíritu de Corrientes.

Desde los patios de tierra de las casas rurales hasta los grandes festivales, la música correntina ha sido protagonista de la vida cotidiana. Nombres como Mario del Tránsito Cocomarola, Teresa Parodi y el inolvidable Pocho Roch han llevado la esencia de Corrientes a todo el país y el mundo, logrando que nuestras raíces sigan vivas a través de sus acordes y letras.

Pero la música en Corrientes no se limita al chamamé. También resuenan los cantos religiosos que acompañan las festividades de San Roque o la Virgen de Itatí, los ritmos de carnaval que pintan de alegría nuestras calles y las bandas contemporáneas que fusionan tradición con modernidad. Cada nota, cada letra, cada melodía habla de la riqueza cultural de nuestra provincia.

La música en nuestra tierra no solo entretiene: une generaciones, conecta al correntino con su historia y le da una voz al sentimiento de pertenencia. Es el hilo invisible que conecta a quienes emigraron, recordándoles su hogar en cada rasgueo de guitarra o en el sonido de un bandoneón.

En este Día de la Música, celebremos no solo el arte que nos hace vibrar, sino también el valor inigualable de la música correntina, que lleva en cada acorde el alma de un pueblo. Que nunca se apaguen las voces, los sonidos, ni el legado que nuestra música representa. ¡Felices acordes, Corrientes!