TATÍN ACEVEDO: “MANTILLA MERECE RECUPERAR LA ALEGRÍA Y LA DIGNIDAD QUE SUPO TENER”

El ex intendente y ex diputado provincial analiza la actualidad política, critica con dureza la gestión local y expresa su compromiso con el futuro de su comunidad.

César “Tatín” Acevedo es una de las figuras políticas más reconocidas de Mantilla. Ex intendente por dos períodos, ex diputado provincial, actual presidente del Partido Justicialista en la localidad y, aunque no lo confirme aún como candidatura, una de las referencias obligadas en el armado opositor de cara a las elecciones municipales del 31 de agosto.

En una extensa conversación con Uno a la Tarde, el dirigente abordó sin rodeos la situación política nacional, provincial y local, repasó los logros de su gestión y describió con crudeza el estado actual de su pueblo.

Acevedo considera que el peronismo atraviesa un proceso de persecución política impulsado desde lo que llama “el partido judicial”. Sostiene que la reciente decisión de la Corte Suprema de avanzar contra Cristina Fernández responde a una estrategia para proscribir, como ya se hizo en otras oportunidades. Recuerda que casos similares ocurrieron en Corrientes, como con Gerardo Bassi en Goya o Fabián Ríos en Capital. "La justicia responde a un sector político, no hay equidad", afirma.

Consultado sobre el futuro del peronismo, fue claro: “Tenemos que dejar de lado mezquindades, unificarnos y estar a la altura. Con lo mal que está el país, ni siquiera hace falta hacer mucho. El gobierno actual se encarga de facilitar el regreso del peronismo”.

A nivel local, el diagnóstico es contundente. Tatín considera que la actual gestión en Mantilla está completamente ausente. “En cuatro años no hicieron nada con recursos propios. Se olvidaron de la gente”, sostiene. Critica la falta de conducción y de respuesta del gobierno municipal, y señala que el pueblo está defraudado: “Llegaron vendiendo humo, y hoy ese humo los tapa”.

Según su análisis, la comunidad enfrenta graves problemas laborales, abandono de programas sociales, desmantelamiento del parque automotor municipal y una gestión basada en favores y oportunismo. Denuncia ventas sospechosas de vehículos, uso de propiedades públicas para fines privados y la desaparición de espacios de contención como el centro de desarrollo infantil o el balneario, emblema del turismo local.

“La gente necesita un municipio presente. Hoy ni siquiera saben asesorar a quienes están siendo auditados por pensiones. Hay abandono. Y cuando llegue el momento electoral, volverán con chapas y materiales, como siempre”, advierte.

Acevedo también repasa con orgullo los logros de su gestión: pavimento, iluminación, parques, vehículos cero kilómetros, programas habitacionales y una fuerte presencia provincial. “Logramos que nos envidiaran sanamente. Hoy Mantilla es solo un recuerdo”.

Ante la posibilidad de volver a la conducción del municipio, insiste en que no se trata de una ambición personal, sino de un compromiso con su pueblo. “Queremos recuperar esa alegría que supimos tener. Que nuestros vecinos vivan un poco más felices. Que vuelvan a mirar a Mantilla con orgullo.”

En el tramo final, al ser consultado por figuras provinciales y nacionales, Tatín no esquivó definiciones. A Cristina Fernández de Kirchner la describió como una dirigente valiente, con empatía y coraje para enfrentar lo que sabía que iba a venir. Valoró a Tincho Ascúa como un intendente exitoso y con potencial para transformar Corrientes; marcó diferencias con Lisandro Almirón por su discurso contradictorio; y reconoció en Perucho Cassani a un dirigente con quien pudo trabajar a pesar de las diferencias políticas.

Pero cuando se refirió al gobernador Gustavo Valdés, fue directo: “Si tengo que definirlo con una palabra, esa es corrupción. Hoy representa eso en nuestra provincia. Se maneja con soberbia; desagradecido, especialmente hacia quien lo puso donde está: Ricardo Colombi. Y eso habla también de su carácter”.

Según Acevedo, el actual gobernador construyó poder traicionando a su mentor político. “Valdés llegó por Ricardo, pero hoy actúa como si hubiera llegado solo. Le dio vuelta la cara, lo invisibilizó. Y esas son actitudes que una buena persona no tiene.”

Sobre Ricardo Colombi, en cambio, aunque aclaró que no comparte su modelo político, mostró una mirada más empática desde lo humano. “Lo veo como alguien que dio mucho por su partido, que condujo con fuerza durante muchos años, y que hoy muchos lo han dejado solo. Eso me genera una identificación, porque sé lo que se siente cuando después de estar al frente, algunos te dejan de saludar. A él le pasa. Y a mí también me pasó cuando dejé de ser intendente.”

A pesar de las diferencias, destacó su apertura al diálogo en la actualidad: “Hoy hablamos. No lo hacíamos cuando él era gobernador, pero ahora sí. Porque estamos conversando con todos los sectores, buscando el mejor armado posible para volver a gobernar Mantilla y, si se puede, aportar también al proyecto provincial”.

Finalmente, al hablar de Mantilla, se emociona: “Es el lugar que elegí para vivir. Ojalá mis hijos también lo hagan. Me hice la casa aquí, con mi esfuerzo, y la oposición lo usó en mi contra. Pero tengo claro que quiero cerrar los ojos en el pueblo que me vio nacer”.