“LA VIOLENCIA ES UN CÁNCER QUE SE EXPANDE Y DEBERÍAMOS ERRADICAR”

    Lic. LAURA FERNANDEZ |  Directora de Huellas

En el Mes de la Salud Mental, la licenciada Laura Fernández nos invita a detenernos un momento y mirar hacia adentro: comprender mejor los trastornos cognitivos, la violencia naturalizada y las creencias que influyen en nuestra manera de vivir y relacionarnos.

Sumamos una nueva columna dedicada a la salud mental, con contenidos para informar, reflexionar y actuar. Queremos dialogar, entender y aprender juntos. Para acompañarnos en este camino, contamos con la palabra autorizada de la psicóloga de nuestra ciudad, quien participa de una serie de charlas radiales orientadas a despejar dudas, derribar mitos y acercar herramientas útiles para nuestra vida cotidiana.

Durante estos días, en el marco del Mes de la Salud Mental, Fernández plantea que hablar de este tema no debe limitarse a una fecha en el calendario, sino asumirse como una responsabilidad colectiva. La frase, tan simple como poderosa, apunta a derribar esa exigencia social de mostrarnos fuertes incluso cuando las emociones reclaman atención.

La profesional explica que los trastornos cognitivos no solo abarcan patologías de base orgánica como las demencias, sino también alteraciones vinculadas a la atención, la memoria, la resolución de problemas o la conducta. Se trata de dificultades que pueden afectar el estudio, el desempeño laboral y, sobre todo, los vínculos que construimos con los demás.

En esa línea, advierte sobre el poder de las creencias y pensamientos instalados desde la infancia —como el “todo me sale mal”, “no valgo nada” o “siempre fracaso”— que terminan condicionando la vida adulta. Cuando esas ideas irracionales dominan, se convierten en verdaderas cadenas que impiden desarrollarnos plenamente.

Así lo define, sin rodeos, al explicar cómo una crianza basada en gritos, descalificaciones o castigos se transforma en un modelo que se reproduce, muchas veces sin que nadie lo cuestione. Por eso, insiste en la necesidad de identificar las señales tempranas, buscar ayuda a tiempo y apostar a vínculos más sanos, donde la palabra y el respeto ocupen un lugar central.
 

Desde esa mirada, la psicóloga remarca el papel que tienen los pensamientos en el modo en que transitamos la vida. Las ideas que repetimos sobre nosotros mismos moldean nuestra realidad y pueden determinar cómo actuamos, sentimos o incluso cómo nos tratamos.

Fernández invita a desterrar prejuicios históricos y a entender la salud mental como parte integral del bienestar general. “El cambio solo es posible cuando la persona quiere cambiar”, afirma, recordando que la intervención terapéutica acompaña, pero no impone. La salud emocional —insiste— merece la misma atención que cualquier otra dimensión de la salud.

Este ciclo de conversaciones continuará acercando información valiosa sobre distintos aspectos que hacen a nuestro bienestar mental. Porque, como bien resume la licenciada, lo emocional también se cuida, y empezar a hablar del tema es el primer paso para vivir mejor.